Hemos seleccionados algunos fragmentos del artículo La crisis y la Universidad, publicado el pasado 21 de febrero en El País, al considerar que algunas reflexiones son aplicables a la enseñanza de segundas lenguas.
"Si resucitáramos a un profesor del siglo XIX y lo lleváramos a cualquier escuela o instituto convencional, ese maestro entraría en el aula y diría: "Esto es una clase, puedo empezar a impartir como lo hice siempre, porque hay alumnos sentados en fila en sus pupitres, un encerado y tizas, y un libro de texto sobre mi mesa elevada en la tarima". El error está en no entender que el alumno al que se enfrentaría ese profesor no es el alumno del siglo XIX y ni siquiera del siglo XX. Ese profesor del siglo XIX no esperaría de sus alumnos la siguiente pregunta:-¿Por qué se cree usted que sabe más que Google? ¡Todo lo que nos ha ido contando lo encuentro en cualquier buscador, que además dice más cosas de las que usted ha dicho!- Esa nueva realidad está generando una nueva forma de entender, de comprender, de aprender, de enfrentarse al mundo, por parte de nuestros alumnos, que es necesario que los educadores, a todos los niveles, descubramos y explotemos. Desgraciadamente, cada vez que defiendo esta tesis, muchos se fijan en el cacharro, en el ordenador, al estilo de lo que ocurría cuando se inventó la televisión: mucha gente sólo veía el aparato que tenía en su comedor, sin darse cuenta de que lo importante no era el aparato, el cacharro, sino lo que esa nueva tecnología significaba para el cambio cultural y de mentalidad de la gente de entonces."
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